Tadasana o la montaña es un asana que seguramente está dentro de nuestra práctica constantemente. Esta postura nos ayuda a sentir los pies sobre la tierra y reforzar la conexión con la energía que viene de ella. Es importante generar esta conexión ya que asi podemos cargar energía a nuestro cuerpo y descargar la energía que ya no necesitemos.
Para practicar Tadasana, vamos a separar los pies al ancho de nuestra cadera, alinear nuestros dedos de los pies mirando hacia adelante. Dejo que mis piernas estén firmes, pero no bloqueo mis rodillas hacia atrás. Permito que mis vértebras se alarguen hacia arriba, y visualizo las curvaturas de mi columna para respetar su organización. Proyecto mis palmas hacia adelante, relajo mis hombros, permitiendo que mi cuello se alargue. Dejo que mi pecho se expanda y llevo mi esternón hacia abajo. Suspendo mi cabeza sobre mis hombros y conecto con la energía del cielo a través de mi coronilla.
Vamos a sentir a nuestro cuerpo activo y firme como una montaña, pero sin tensión o fuerza innecesaria. Además al practicarla, entramos en un estado de calma y relajación.